viernes, 31 de octubre de 2014

Prólogo - Dani (2)

Jack ya observaba las luces en el horizonte, y un ruido estrepitoso que sólo podía haber sido causado por un grupo de adolescentes cumplía con la función de señales de humo. Se dirigía hacia el campamento, e, instintivamente, se conocía el camino, como si ya hubiera estado antes allí. Mientras, era perseguido por miles de criaturas de todo Estados Unidos que iban tras su búsqueda. Pero Jack, con espada en mano, daba muerte a todo seer viviente que se cruzaba e su camino. Antes de cruzar el árbol de Talia, remató a un minotauro hasta que exhaló su último suspiro.
El Señor D le estaba esperando, metros después de la entrada.
—Bueno, está claro que no es necesario el pase por la cabaña de Hermes. Bienvenido a Casa, hijo de Ares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario