jueves, 16 de octubre de 2014

Capítulo 1-Dey

Aquí os dejo el primer capítulo de la capitana de Atenea :)


Desde que llegué al campamento hace cuatro años, todos los mestizos me han confundido con una hija de afrodita, mi largo cabello rubio ondulado y mis ojos azules me hacen ver como una chica cualquiera, una rubia más. Sin embargo, se sorprenden al saber que pertenezco a la cabaña de atenea y que soy su jefa.
Levanto mi rodilla y le propino un golpe a mi contrincante en el costado. Agarro al chico por el cuello, lo giro y dejo que nuestros cuerpos impacten con el suelo duro. Me arrodillo ante él y lo miro a los ojos. El hijo de Hermes me mira con llamas en los suyos, no  puede creer que esté perdiendo con una chica. Siento que las comisuras de mi boca se elevan, en un claro gesto de satisfacción.
-¡EH, GARETH! –Grita alguien entre el público-. Te está dando una paliza Elle y eso que no llevan 5 minutos en combate.
La multitud reunida estalla en carcajadas y Gareth no puede evitar que el rubor se extienda por sus mejillas. Al ver esto me entra una profunda vergüenza y solo quiero acabar la pelea en este mismo instante hasta que recuerdo que se robó nuestros planos para el nuevo diseño de las cabañas. Este recuerdo me hace estallar en ira y…
…lo suelto.
-Venga, levántate, no quiero que pases más pena; pero ten en cuenta algo, no soy hija de ares pero si vuelves a hurgar entre nuestras cosas no necesitaré ser una para que me supliques piedad –Le espeto, lo levanto y me doy la vuelta.
Antes de irme por completo me giro a la multitud reunida y los miro, uno por uno y espero tener el rostro lo suficientemente duro para que tomen en serio mis palabras.
-Cualquiera de ustedes que se acerque a nuestros planes se las verá con todas y cada una de mis estrategias, recuerden que soy una hija de atenea y que no dudaré en utilizar mis habilidades. No peleo cuerpo a cuerpo, no es mi fuerte y esto solo ha sido una demostración, no busquen que saque algo con lo que se puede que se arrepientan toda la vida.
Me giró y me voy antes de empezar a escuchar los insultos de los congregados.
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Siempre que necesito pensar dejo que mis pies me lleven por el sendero que conduce al bosque, me encanta acostarme y empezar a divagar sobre nuevas estrategias, opciones de combate y nuevos enigmas para resolver. Sin embargo, en esta ocasión necesito relajarme y pensar en lo que he hecho.

Al llegar a la mitad del bosque, me tiendo en el piso y dejo que todo mi cuerpo se relaje. Cierro los ojos y me imagino un mundo en donde todos podamos…
-¿Qué fue eso? –Lisa interrumpe mis pensamientos con esa voz profunda tan característica suya-. Has dejado en vergüenza a toda la cabaña, las hijas de atenea somos estrategas, utilizamos la mente, no la fuerza quiero que…
-Tienes razón –Le espeto irritada. La disculpa sale desde lo más profundo de mí ser. Abro los ojos y observo todo a mi alrededor, los rayos de luz que se filtran a través de las hojas de los arboles, los ruidos que hacen las ninfas al ir por aquí y por allá, el silbido lejano de los martillos de los hermanos Teller. Y luego la miro-. Lo que hice estuvo mal, está bien? Sé que esto no es lo que se espera de una jefe de cabaña pero es que no puedo soportar que todos nuestros trabajos, planes y deseos se vean interrumpidos porque esos mestizos quieran un poco de diversión.
-Lo entiendo, Elle pero…
-No hablaremos más del tema. Lo que le hice a ese chico estuvo mal, lo sé, pero no dejaré que todos quieran pisotearnos. –Le digo mientras le sostengo la mirada en este combate que sabe que no podrá ganar.
Lisa suspira y agacha la cabeza, dándose cuenta que esta pequeña discusión está acabada.
Lisa llegó unos meses después de mi al campamento y desde el día en que piso la cabaña nos hicimos amigas, compartimos opiniones de diversos temas y no nos sorprendió la cantidad de temas en común que tenemos.
-Ven, acuéstate a mi lado y observa la inmensidad de este maravilloso lugar –Le pido con amabilidad. Cierro los ojos para seguir disfrutando de mi momento de tranquilidad y dejo que mi mente navegue a la deriva.

-Siempre he pensado que eres una hija de Perséfone por esta obsesión tan enfermiza que tienes hacía todo lo relacionado con la vida vegetal –Las palabras de Lisa suenan lejanas, suelto un gruñido y la ignoro. Lisa estalla con una pequeña risa y se acuesta a mi lado. Suspiró y siento que por ahora todo está bien.

4 comentarios:

  1. Machistas en el campamento, no me esperaba esto ò.ó espero que mejoren xD Pero bien hecho e.e la única manera de resolver ciertos problemas es pegar palizas, te lo dice una hija de Ares xD

    Sigue así! ^^

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    1. jajajajajaajajaja yo (Directora del Campamento) digo que tienes tooooda la razón A PEGAR PALIZAS!

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  2. Jajajjaja me gusta la historia, ¿vas a continuarla? :D

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