lunes, 19 de enero de 2015

Capítulo 4 - Hefesto

Capítulo 4: ¿Hermanas?
-Karina

Qué bien, ahora tengo una hermana, estoy súper feliz.
O algo así.
Más bien fue un:”Mamá ¡¿qué demonios has hecho cuando estaba de campamentos?!”
Aunque también pudo haber sido mi padre….llevaba un martillazo con su nombre esperándolo desde hace 16 años.
Y también parecía mayor...

-Oh.- fue mi inteligente respuesta.

¿¡Oh?!

Algún día me abofetearía cada vez que dijera una estupidez, una gran manera de tener las mejillas constantemente rojas. A lo que iba, una hermana.

-¿Por parte de madre, o de padre?- esperaba que mi madre no estuviera tan pirada como para eso, por favor, es mi madre (me pese o no) me habría dicho que tengo una hermana mayor, digo yo.- No nos veo el parecido.- “Principalmente porque tú pareces inteligente”. Obviamente no le iba a decir eso, sólo haría que me mirara con esa maldita mirada de superioridad.

-Obviamente no somos parecidas, yo soy inteligente y astuta; tú por lo que veo tonta e insensata.- sigue jugando con el fuego -¿Quién crees que puede ser? Digo, nuestro pariente en común.- se vuelve para mirar el fuego detenidamente

Y va y me llama “tonta” e “insensata” menuda hermana que me gasto. A ella también le quiero lanzar un martillo, ¡oh! entonces ya sé que pariente compartimos.
-Huuummm...a ver, yo soy igual que mi madre… y tú no eres precisamente una belleza, mi madre es bastante guapa, la verdad, será que compartimos padre- sonrío picándola.

Vale que no sea extremadamente inteligente, pero tampoco soy “tonta”.
Por lo que puedo sentir, Goldver me está defendiendo, a pesar de que no lo tengo en las manos siento como se calienta, es estos últimos minutos he estado sintiendo (más o menos) lo que siente él, es complicado de explicar, como empatía. Llevamos dándole vueltas al mismo tema una y otra vez y me empiezo a cansar.

-Como sea, compartimos padre, vale, esto te empuja a ayudarme, entiendo ahora sólo te queda explicarme como hacer el maldito fuego.-

-Siento decirte que mi madre también era guapa, si te ayudo porque...me siento en la obligación de ayudar a mi hermana pequeña.-recalca lo de pequeña y sonríe-. No tengo que explicarte nada, ya lo estás haciendo tu por tu cuenta.- señala con la vista mis manos donde salen pequeñas chispas y destellos-. Solo necesitas un pequeño impulso.-me tiende la mano donde el fuego baila y la miro curiosa.

-¿Pero ese no es tu fuego? Igual si…-Miro las chispitas y me concentro.

Pienso en incendios, en el mechero de “mi hermana”, mi invento ardiendo…Chasqueo los dedos.

-Calentemos un poco el ambiente.-digo con una sonrisa torcida, cuando abro los ojos, mi mano no tiene una llama impresionante con un destello cegador, pero es de un tamaño considerable, y brilla bastante.- Goldver - digo, extendiendo la mano que no estaba en llamas hacia ella.

-Por supuesto.-me entregó a Goldver y cruzó los brazos para observarme detenidamente.

Pensé en qué hacer a continuación, ¿me lo ponía en la mano y ya? Probé, sujeté a Goldver con la mano en llamas y observé los cambios. No se derritió, es más comenzó a brillar, Goldver agitó las alas y voló hasta mi hombro.

-Hola compañero.- le sonreí tendiéndole mi dedo meñique, que fue levemente sacudido por él.- Emmmm… ¿y ahora qué?- miré a la chica.- Dices que eres mi hermana, me ayudas a darle sentimientos a Goldver pero ni siquiera se tu nombre, ni qué haces aquí, ni si eres realmente mi hermana- Goldver se escondió detrás de mí cuello.

-Lo siento pero no suelo decir mi nombre a desconocidos.-suspira-. Pero sí eres mi hermana, que tengo que hacer para demostrarte que lo soy; acaso no te basta, Crox, el fuego, mi ayuda…-dice encogiéndose de hombros

-Muchas personas tienen cosas en común y no comparten sangre, precisamente somos desconocidas y me gustaría saber ¿cómo sabes que somos hermanas? podría ser sólo una casualidad.- me limité a decir.

Justo en el momento preciso apareció alguien de entre los árboles.

Ese alguien era un profesor. Una gran escena, dos chicas, un perro y un montón de cenizas en el suelo. Espera, espera, espera. Eso antes era un bicho enorme ¿qué demonios acababa de pasar?

-Tú…- dijo el hombre, señalándome amenazante y con un ceño fruncido que me recordaba muchísimo a mi madre, eso hizo que me hirviera la sangre-. Hemos llamado a la policía, no tiene sentido que intentes escapar, están abarcando toda la zona, ven pacíficamente y deja que te hagamos unas preguntas…

¿¡La policía!?

No estoy orgullosa de decir esto, pero he pasado varias veces por interrogatorios. Cosas que pasan, o algo así.

-¿C-como que… la policía?- estaba bastante más que harta de comisarías.

-Hemos encontrado el cuerpo de Emily Worsmith en su habitación conjunta y los testigos afirman que usted fue la última persona que la vio....por lo tanto la principal sospechosa.

Oh,vaya por Dios

Cogí la mano de mi supuesta hermana pero esta la rechazó groseramente y se apartó de mí para acercarse a su perro, extendió la mano hacia Crox y este se guardó rápidamente y se metió en uno de los bolsillos de su mochila, después me miró interrogante.

-Bueno hermana, hemos empezado mal, pero compartimos sangre ¿eh? hermanas siempre unidas y blah, blah, blah.-la volví a agarrar del brazo para llevármela lejos pero me la rechazó nuevamente.

-Disculpe señor pero tiene algo a su espalda.- dijo acercándose al hombre con aires despreocupados-. Verá, hay cosas que la gente normal no puede ver; desgraciadamente, ella aún no puede pero, lo hará pronto. La cuestión es que la policía en estos casos no sirve y si me permite decirlo, usted si es un hombre estúpido y arrogante.- cada vez que hablaba se acercaba más al hombre, jugando entre sus manos con el mechero que antes vi-. No le tendrá miedo al fuego ¿verdad? -encendió el mechero y con la cabeza cuidadosamente le hizo una señal a su perro que solo yo pude ver y este se puso enfrente del hombre enseñándole los dientes de forma amenazadora.

Ay, Dios mío, que desastre.






No hay comentarios:

Publicar un comentario